A lo largo de los siglos, la esencia de los cubanos judíos, así como de aquellos que llevan consigo las raíces judías, ha tejido su encanto distintivo en la hermosa isla. Un rastro de su linaje conduce incluso a los marranos, colonos que abrazaron el cristianismo.
Aunque hoy en día en Cuba, por situaciones vinculadas a la política del gobierno cubano, son pocos los que siguen practicando el judaísmo, al menos públicamente, la huella judía en Cuba se remonta al siglo XIX, con evidencias de su presencia incluso en los días de la colonización española.
El inicio oficial de la comunidad judía en Cuba data de 1906 con la instauración de la primera HUELLA JUDIA EN CUBA 11 por Carlos Berenguer
organización hebrea en la Isla, denominada United Hebrew Congregation.
Esta congregación fundada por 11 judíos de los Estados Unidos de Norteamérica, formaban parte del pequeño grupo de aproximadamente 100, que se estimaban que existían en la isla para esa época.
Hubo una importante inmigración judía a Cuba en el siglo XX desde Turquía como consecuencia de la desintegración del Imperio Otomano y desde Europa del Este y Rusia.
Hoy en día, la sinagoga Adath Israel en La Habana es uno de los centros destacados de la vida judía en Cuba, y la comunidad judía sigue siendo parte integral de la diversidad cultural de la isla, existen otros centros judíos igualmente destacados, como la conocida y popular Comunidad Hebrea, situada en la Calle Línea en el Vedado de la Capital habanera.
Este libro nos pasea por esta historia, deteniéndose en puntos interesantes y agradables para la lectura y sin ser un tratado serio sobre el tema aborda tópicos que le harán disfrutar su lectura.
HUELLA Judia en Cuba