Medallas Cubanas

Las Medallas y Condecoraciones tienen su origen en la necesidad de las diferentes civilizaciones de honrar hechos o individuos por sus acciones, siendo en general piezas metálicas, de ahí su nombre que viene del latín, metallum, suelen ser de dimensiones manipulables y de formas ornamentales diversas. Sabemos de medallas pertenecientes al Imperio Romano, pasando por el renacimiento hasta nuestros días. La medallística o el estudio de las Medallas, se considera parte de la Numismática.
Incluye su clasificación, su descripción, su autenticidad, su origen, etc. En general son redondas, ovaladas cuadradas o rectangulares, aunque algunas más sofisticadas semejan estrellas y otras formas geométricas más elaboradas. Hay clasificaciones complejas, por ejemplo, según sus partes, anverso, cabezas, cordón, bustos, relieve, etc., por su construcción hendidas, amoldadas, dentelladas, forradas, de diferentes materiales, contramarcadas, etc., así por último por el fin con que fueron emitidas, militares, logros escolares, deportes, religiosas, a personas o entidades, por hechos considerados significativos.
Las Medallas y Condecoraciones en general tienen una banda de tela, que permite usarlas como adorno a uniformes y de igual manera adicionarse a los accesorios, tales como cintos o sombreros. Son confeccionadas de diversos materiales, desde el simple latón, pasando por el bronce, níquel, asi como plata y oro, para las más exclusivas. Se han conservado algunas hechas incluso de cuero, cartón o hierro.
En nuestro trabajo las hemos clasificado en cinco grandes grupos:

-Ordenes emitidas durante la época colonial
-Medallas, órdenes y condecoraciones
-Medallas escolares
-Medallas de deporte
-Medallas emitidas después del 1959* por el gobierno revolucionario
-Medallas emitidas después del 1959* por el Exilio Cubano en los Estados Unidos

Escribo, mas bien publico libros, con temas que me apasionan, no importa si solo logro que unos pocos se interesen, lo hago por exponer una idea, compartir una experiencia o en este caso una colección, de algo que yo considero valioso y que tal vez a algunas personas pudiera interesarle y créanme me siento gratificado con ese pequeño logro.
Leí en una ocasión una frase de Peter Rubí sobre tres malas ideas para lograr un buen libro; que mostrara familiaridad, que fuera realmente importante y que todo lo escrito fuera verdad, pues en ese momento supe que mi libro no sería un best seller como lo hubiera deseado.
Después de esta simpática reflexión, solo me queda decirles que he puesto mi empeño en hacer agradable un tema demasiado serio como el de las Medallas emitidas en y para Cuba.
Lo que si les puedo asegurar que es apasionante el tema, es de igual manera histórico y sobre todo muy cubano.
Si tan solo una persona hubiera disfrutado la lectura de este libro, me daría por satisfecho.

C.B.